Los médicos tibetanos sostienen que para combatir la enfermedad, se debe atacar en todos los frentes posibles. Medicinas, masajes, hierbas, acupuntura, musicoterapia (fascinante el uso que hacen de las vibraciones sonoras del bol tibetano)… el medico elige el o los tratamientos más adecuados, animando además al paciente a ser más responsable y consciente de su salud, a que se cuide. No descarta la medicina occidental, ni los químicos ni la cirugía, aunque sí es cierto que trata de dejarlos para casos severos, cuando todo lo demás no sirve.
Existen 3 tipos de masaje: de cabeza, digitopresión y enérgico; mediante pequeños golpes, frotamientos, amasamientos, presión o limpieza, según el desorden.
El masaje tibetano mejora la circulación, tonifica los músculos y nutre tu piel. Elimina tensión y estrés, además de dolores musculares. Además, lo recomiendan como eficaz rejuvenecedor. Salud física y mental, belleza… bienestar en una palabra.
